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viernes, 24 de mayo de 2013

Gráfico de Comportamiento

Aunque sabemos que la motivación intrínseca es la manera ideal de alcanzar un objetivo, muchas veces un sistema de motivación extrínseca puede ayudarnos a iniciar un proceso de modificación conductual. Como sabemos que en tu clase o en tu casa puedes tener algún pequeño con algún comportamiento difícil, aquí te adjuntamos un gráfico de comportamiento que te puede ayudar a potenciar  una conducta apropiada. Esperamos colaborar con ustedes en el fomento de buenos hábitos.

Como funciona:
1. Escoger una conducta objetivo, analizar qué conducta es la que requiere modificación de manera inmediata. Si por ejemplo, tu hijo está dejando sus zapatos tirados en la sala y está olvidando las tareas en la casa y obteniendo malas notas, tal vez sea mas conveniente enfocarnos en su problema con las tareas. En caso del ambiente escolar, si un alumno está pegándole a sus compañeros y también está levantándose de su silla al momento de trabajar y contestando preguntas sin levantar la mano, lo inmediato sería trabajar su agresividad para disminuir el peligro en el salón de clase y aumentar su adaptabilidad.

2. Determinar la meta. Es crucial que las metas sean realistas. Para poder trazar una meta que sea real se debe hacer una observación previa de la frecuencia con la que sucede la conducta que deseamos cambiar. Ej: Si tu hijo olvida la tarea 4 de 5 días a la semana, nuestra meta puede ser que lleve su tarea al menos 2 días a la semana. Así estaremos aumentando el éxito de un 20% a un 40%. Es una meta fácil que le dará al niño una pronta sensación de éxito. Cuando esta meta se alcance, se traza otra que aumente la frecuencia de la presencia de la conducta deseada.

3. Establecer la recompensa. ¡Ojo! No queremos que el estímulo de refuerzo sea algo muy caro, o algo demasiado preciado, porque sino nos quedamos sin armas a la primera semana y estaremos creando un niño muy orientado a lo económico, perdiendo el proceso de la estrategia que es demostrarle que él puede mejorar. Escoge reforzadores que sean placenteros de maneras más sociales, como: darle la oportunidad que invite un amigo el fin de semana, que escoja a que restaurante irá la familia el domingo, ir por un helado, escoger su cereal favorito si andan de compras...ya más o menos se hacen la idea. ¡Nada de ir a Diunsa por una ciudad de legos por la primera semana positiva!!!

4. Reforzar el proceso. Recordemos que no queremos llenar al niño de premios. Queremos que se de cuenta que si se esfuerza, puede hacer cambios. Den mucho reforzador social positivo de como han visto su esfuerzo, de lo bien que lo intenta y de como usted está orgulloso de que esté haciendo cambios. A todos nos gusta un reconocimiento positivo, si no póngalo a prueba y verá los resultados. Evite comentarios negativos y enfóquese en lo bueno del proceso. Cuando su hijo o alumno tenga un momento de flaqueza, motívelo y recuérdele que cree en él.

5. Promueva los antecedentes. Ayude el proceso tomando en cuenta los antecedentes de la conducta para aumentar las oportunidades de éxito. Si su hijo termino las tareas y usted vio que no terminó de guardar, dele un recordatorio general "Ya guardaste todo en tu bolsón?" O si su alumno tiende a golpear durante el receso recuérdele del comportamiento apropiado antes de que salga del salón.

6. Registre y de retroalimentación. Al final del día comprobar los progresos y registrarlos en el gráfico, comentar lo positivo y si hay todavía resistencia, hacer ejercicios de introspección con su hijo o alumno para que tome más compromiso por acercarse a la conducta deseada. Al final de la semana contar los registros y evaluar si se cumplió la meta para proceder con la consecuencia establecida.

7. Algunos cambios. No siempre podemos diseñar el plan ideal, y no por eso debemos desistir. Lo importante es conocer qué está fallando y hacer los cambios respectivos a tiempo. Si se detecta que la meta está muy difícil se puede modificar, o viceversa.

8. Paciencia, persistencia y consistencia. Tres palabras clave en el proceso de modificar una conducta.

En este ejemplo adjunto, se visualiza el comportamiento de una semana. En el caso del niño que olvida la tarea, no se logró el objetivo de la semana, en el segundo caso sí, el niño que pegaba en clase, pudo disminuir su agresividad.

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