Las clases comienzan en este mes para la mayoría de los niños, y muchos de ellos, lejos de estar felices porque pronto regresan a divertirse y aprender, se encuentran preocupados pensando en todo lo que pudiera pasar en ese primer día. Los seres humanos evolutivamente estamos configurados para reaccionar ante las amenazas y salvarnos del peligro, pero ¿qué pasa cuando este temor es infundado por ideas irracionales? Podemos reaccionar con miedos exagerados ante situaciones que realmente no presentan un peligro grave. Estas tendencias pueden estar presentes desde muy pequeños en nuestro crecimiento. La ansiedad infantil es real y en la medida que aprendamos a detectarla y manejarla, estaremos preparando a los futuros adultos a conocerse mejor y controlar sus preocupaciones sin que le afecten en su diario funcionamiento.
Aquí compartimos algunas recomendaciones para manejar la ansiedad infantil generada por el regreso a clases:
1. Hablar del tema
Aquí compartimos algunas recomendaciones para manejar la ansiedad infantil generada por el regreso a clases:
1. Hablar del tema
El
comienzo de las clases, representa para muchos niños un obstáculo hacia su
bienestar por la ansiedad que genera retomar este ambiente que trae ciertas
incertidumbres. Nuevos compañeros, nuevas maestras, nuevas rutinas, el ruido
del primer día, los pasillos concurridos de caras nuevas y conocidas. Hay una
sobre estimulación que puede causar que los niveles de ansiedad se eleven.
Encontrar momentos neutros previo a la entrada a clases ayuda a bajar esta
preocupación, porque los niños pueden expresar sus temores y compartir sus
ideas respecto al primer día de regreso a la escuela. Lo ideal es tener estas
conversaciones en momentos neutros durante el día, por períodos cortos y
después hacer una actividad placentera como jugar algo juntos o leer un libro.
2. Practicar ejercicios de relajación
La
relajación le permite al cuerpo bajar naturalmente esa ansiedad que se eleva
cuando nuestros pensamientos giran alrededor de una idea que nos preocupa.
Relajar el cuerpo supone calmar la mente y enviarle el mensaje a nuestro cuerpo
que estamos en control. Los ejercicios de relajación se pueden practicar
sentados o acostados. Se pueden incorporar a la rutina antes de dormir y
hacerlos diariamente mientras sean necesarios.
Algunos
ejercicios que se pueden realizar:
- Sentado o acostado tomar conciencia sobre la propia
respiración. Conviene si están acostados, colocar un peluche pequeño que sirva
de anclaje a la vista y haga concreto el movimiento de la entrada y salida de
aire. Vaciar la mente y enfocarse en la inhalación e exhalación.
- Tensar los músculos de los brazos, cerrando los puños por
unos minutos y después soltarlos. Hacer repeticiones notando la relajación después
de la tensión.
- Tensar los músculos de la cara frunciendo el ceño primero.
Permanecer por unos segundos y soltar. Tensar la mandíbula y soltar.
3. Involucrar a tu hijo/a en la tarea de preparar los
materiales.
Hacer
de la preparación de materiales un tiempo de convivencia. Que tus hijos ayuden
a escoger los colores de papel para forrar los libros, las viñetas, rotular sus
pertenencias. Mientras lo hacen, aprovechar para hablar sobre sus propias
experiencias en la escuela. Contar anécdotas de que cosas aprendía, lo que le
gustaba, lo que no, y como manejaba las cosas difíciles.
4. Planear un buen primer día
Alistar
junto con su hijo/a las cosas que ocupará en el primer día. Escoger el desayuno
que ellos quieran, determinar quién los llevará y que harán después de salir de
la escuela. Hacer de esta transición una muy agradable y darles algo “que
esperar” a la salida de clases, por ejemplo ir a almorzar a un restaurante
especial.
5. Insistir en que se quede en la escuela.
Aunque
sea difícil, la mejor manera de superar el temor escolar es no dejando de ir a
la escuela. Los síntomas irán disminuyendo y podrá irse adaptando mientras
experimenta momentos positivos en la escuela. Se puede modificar el día y las
aproximaciones a la jornada escolar, pero es importante que el niño o la niña
siempre vaya y enfrente ese temor. Las alternativas a una jornada completa los
primeros días, es quedarse y salir una hora más temprano mientras se va extendiendo
paulatinamente el horario. Otra opción para aliviar esos primeros días es
modificar el horario y permitirle estar en otro salón (ej. Consejería o Biblioteca) durante
las primeras horas y al estar más tranquilo incorporarse a la clase.
6. Ser firmes y mantener la calma.
Los
padres deben mantener la calma y ser pacientes mientras los hijos muestran
renuencia para asistir a la escuela debido al temor que les genera. Podrán manifestar
conductas negativas y hacer de la mañana un verdadero caos, por lo que se debe
ser firme en lograr el objetivo, que es llegar a la escuela.
7. Darle seguimiento a dolores o síntomas
No
ignorar los malestares físicos que se presentan, sino que darles un
seguimiento. Si llaman de la escuela que se lo debe de llevar a casa, llevarlo
al doctor para comprobar que todo esté bien y que pueda incorporarse.
8. Comunicarse con la escuela y solicitar apoyo.
Las
escuelas tienen personal capacitado para darle un manejo adecuado a casos de
ansiedad infantil. Solicitar una cita previo al inicio de clases para que se
establezcan las estrategias y el plan de apoyo que pueden ofrecer. Una
consejera escolar puede ayudar al niño a la entrada a su clase y ayudar a la
maestra durante este tiempo en el que tiene que recibir materiales, saludar a
los otros alumnos y a los padres de familia.
9. Ser positivo y modelar buena resolución de problemas
Mantener
la paciencia y enfocarse en los progresos aunque sean pocos al comienzo. Poco a
poco se llega al objetivo. A algunos niños les tomar más tiempo que a otros
pero al final con un buen manejo, los niños logran manejar esta ansiedad y
adaptarse positivamente. Aunque hay días que el objetivo se vea lejos, mantener
la actitud positiva hacia adelante y modelar esta actitud frente a los niños
para que puedan recibir el mensaje de que todo está bien y estará mejor. Las
cosas difíciles se superan día a día.